Más de 65.000 fieles despidieron este lunes al papa emérito Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro, en el primero de los tres días de la capilla ardiente en la que se expondrá el cuerpo de Joseph Ratzinger antes del funeral que encabezará el jueves el papa Francisco.
Las máximas autoridades políticas de Italia, el presidente, Sergio Mattarella, y la premier, Giorgia Meloni, abrieron minutos antes de las 9 locales (5 de Argentina) la larga procesión de fieles que busca dar el último adiós al pontífice emérito fallecido el sábado a los 95 años.
Desde primera hora, el histórico secretario privado de Benedicto XVI, Georg Ganswein, fue el encargado de recibir a los invitados especiales y autoridades.
Vestido con ropas blancas de Papa y con una casulla roja, el color del luto papal, el cuerpo de Benedicto XVI es expuesto con un rosario entre sus manos, entrecruzadas a la altura del vientre.
El cuerpo, con dos guardias suizos a sus costados, está expuesto sin el palio, la estola de lana blanca característica del Papa, y sin el denominado Anillo del Pescador, dos símbolos de los pontífices en actividad y no eméritos.
El primer grupo de fieles en entrar a la Basílica fueron estudiantes indios de teología que llegaron a la Plaza San Pedro a las 5.30, dijeron a Télam.
A las 14 horas de Roma, la Gendarmería vaticana estimó que unas 40.000 personas ya se habían despedido del Papa emérito. A las 19, hora de cierre de la Basílica, el Vaticano informó que fueron 65.000 las personas que lo despidieron.
Con una fila que a la hora de apertura de la Basílica ya tenía centenares de metros, la primera jornada superaba así las previsiones iniciales de 35.0000 fieles al día que habían hecho las autoridades romanas.
En los alrededores del Vaticano, el operativo montado por la Guardia Civil italiana recordaba al del Jubileo de la Misericordia de 2015: carpas de primeros auxilios en el inicio de Via della Conciliazione y un sendero exclusivo para fieles en uno de los costados de la avenida que conecta el centro de Roma con la Plaza San Pedro.
El cuerpo de Ratzinger, expuesto en el altar central de la Basílica, había sido trasladado a las 7 de de hoy desde el monasterio Matter Ecclesia, en el que vivió desde su renuncia al pontificado en 2013 y en el que falleció a las 9.34 del 31 de diciembre.
«Vengo a despedir a un Papa maravilloso que abrió el camino a muchas de las cosas que vemos hoy hechas realidad con Francisco», describió ante Télam Ana, una monja de la Congregación de las Paulinas que se acercó a saludar a Benedicto XVI.
Este martes y miércoles, la Basílica estará abierta hasta las 19 para la despedida de los fieles a Benedicto XVI, informó el Vaticano. El jueves, a las 9.30 locales, Francisco encabezará la celebración de unos funerales inéditos en la historia de la Iglesia, en los que por primera vez un Papa en funciones despedirá a uno emérito.
Si bien las únicas delegaciones oficiales presentes serán las de la Alemania natal de Ratzinger y la de Italia, otros líderes extranjeros han confirmado su presencia, entre ellos autoridades de la monarquía belga, de Baviera y del Gobierno de Polonia.
Una vez terminado el funeral, el cuerpo de Benedicto XVI será enterrado de inmediato en el subsuelo de la Basílica de San Pedro, en una cripta en la que ya estuvieron sus antecesores Juan XXIII y Juan Pablo II.